Aldo Rubino comenzó a coleccionar a fines de la década del 80. Con los años se definió un perfil basado en el arte contemporáneo local e internacional con especial énfasis en la abstracción geométrica. No obstante, la expansión hacia otros lenguajes esta prevista como parte del dinamismo propio de toda colección. Efectivamente, el MACBA considera a su acervo como un capital social que da cuenta de la apreciación que históricamente el coleccionismo argentino tuvo y tiene por el arte internacional. La exhibición pública de esta colección realza el carácter cosmopolita que Buenos Aires desplegó desde sus raíces coloniales.

La importancia de la abstracción geométrica en la Argentina, justifica la existencia de una colección que se propone historiarla, realzarla y contextualizarla. Actualmente, el museo cuenta con obras de las tendencias más representativas de la geometría internacional. De los históricos del arte concreto argentino: Enio Iommi (1926), Gyula Kosice (1924), y Raúl Lozza (1911-2008). De generaciones posteriores en los años sesenta y setenta, Ary Brizzi (1930), Rogelio Polesello (1939) y Alejandro Puente (1933), representantes del arte óptico, y la “geometría sensible”, respectivamente. Sus contemporáneos europeos, los italianos del Arte Programmata, Toni Costa (1935), Alberto Biasi (1937) y Dadamaino (1930-2004), junto grupo alemán Zero con obras de Mack Heinz (1931), y Walter Leblanc (1932-1986), y el franco-argentino GRAV (Groupe de Recherche d’Art Visuel, actuante en París entre 1960 y 1968 con Julio Le Parc (1928), Joel Stein (1926), y Francisco Sobrino (1932). También los maestros del cinetismo Victor Vasarely (Hungría,1906- Francia,1997) y el venezolano Carlos Cruz-Diez (1923) están presentes con obras representativas.

De las distintas escuelas estadounidenses, la geometría denominada de bordes netos o hard edge está representada por artistas californianos como Lorser Feitelson (1898-1978), Frederick Hammersley (1919-2009), y Karl Benjamin (1925). Mientras que de la Escuela de Nueva York se destacan Leon Polk Smith (1906-1996), Ilya Bolotowsky (1907-1981) y Tadasky (1935).

La colección cuenta también con destacados artistas brasileños posconcretos, como Lothar Charoux (1912-1987), Almir da Silva Mavignier (1925), João José Costa da Silva (1931), y el minero contemporáneo Marcos Coelho Benjamim (1952).

Entre los argentinos contemporáneos obras de Pablo Siquier (1961), Guillermo Kuitca (1961) y Karina Peisajovich (1966) se destacan en el nutrido conjunto.

El Museo de Arte Contemporáneo se erige en pleno casco histórico, el barrio de San Telmo, al sur de la ciudad. Con domicilio en la avenida San Juan 328, en el 2011 esta zona ha sido declarada por el Gobierno de la Ciudad “Distrito de las Artes”, junto con el barrio de La Boca y parte de Barracas. Así, el MACBA se encuentra inscripto en una zona de gran atractivo turístico, al lado del Museo de Arte Moderno de la ciudad, la feria de antigüedades de San Telmo y las iglesias y casonas que se preservan de la Buenos Aires de fines del siglo XVIII.

El edificio, diseñado por el estudio de arquitectura Vila Sebastián Arquitectos en el año 2010, está compuesto por 7 plantas y 3 subsuelos. Adyacente al MAMBA, su fachada principal es un plano vidriado de 15 x 12 metros. Este muro-cortina otorga una transparencia que permite conectar el interior con el exterior. Resuelto con una estructura de hormigón a la vista y la piel de paño vidriado, el museo refleja una imagen minimalista, contemporánea, acorde a la colección que alberga. El volumen neto del edificio, cuenta con dos espacios de múltiple altura, uno en la entrada y otro al extremo posterior del predio que posibilita la entrada de luz natural en los subsuelos que, combinada con la iluminación artificial, brinda una adecuada visibilidad a las salas de exposición. El museo ocupa un total de 1500 m2 repartido en sala de 40 metros lineales de exhibición. Cada planta -con sus respectivos servicios sanitarios- se halla conectada por medio de una rampa que facilita la circulación y se complementa con un ascensor con capacidad máxima para 10 personas. El edificio tiene ventilación y climatización artificial en todos sus niveles, respetando los estándares internacionales para la exhibición de obras de arte. Los pisos son de madera de roble americano y la iluminación está a cargo de la empresa alemana ERCO.